La nave Cassini está dejando perplejos a los científicos
Una vez más podemos decir desde esta humilde columna que hemos adelantado con precisión algunos acontecimientos internacionales.
El 27 de abril pasado, en Cuna de la Noticia, detallamos el derrotero que cumpliría la nave Cassini antes de despedirse definitivamente de los terráqueos, contra todos los pronósticos de los científicos de la NASA y de la Agencia Espacial Europea,
La nave Cassini se despidió del planeta Tierra para dar un salto al infinito y, contra todos los pronósticos de los científicos de la NASA y de la Agencia Espacial Europea (ESA), zambullirse, por primera vez, entre el plano de los anillos de Saturno y el mismísimo planeta Saturno.
Los datos aportados por Cassini ha dejado perplejos y asombrados a los científicos: el espacio existente entre el planeta Saturno y sus anillos parece estar “relativamente libre de polvo”, según las últimas observaciones realizadas.
Earl Maize, el director del proyecto confirmó la “existencia de un gran vacío entre los anillos y el planeta” y agregó: “La nave seguirá su curso mientras trabajamos en el misterio de por qué el nivel de polvo espacial es mucho menor de lo esperado”.
El descubrimiento astronómico se hizo a partir de los datos recopilados el pasado 26 de abril por Cassini, durante su primera e histórica inmersión entre Saturno y sus anillos.
Vale apuntar que le Cassini´s Radio and Plasma Wave Science (RPWS) incorporado en la antena permite convertir sus datos en audio. De esta manera las partículas de polvo que las que se choca suena como estallidos, sonidos que los especialistas esperaban recoger, pero en su lugar sólo recibieron auditivamente silbidos y chirridos, como los recepcionados el 18 de diciembre de 2016, cuando la sonda atravesó el polvoriento anillo Janus-Epimetheus, durante la órbita 253 de Saturno.
El hallazgo –según la agencia internacional de noticias DPA-, podría permitir a la sonda realizar alguna de sus próximas 21 inmersiones entre el planeta y sus anillos, sin utilizar su antena como escudo para protegerse de las partículas de polvo, implicando ello que se mantendría el contacto con la base espacial en nuestro planeta tierra.
Un beso de despedida
El próximo 15 de setiembre, tal cual como lo adelantamos, la sonda se sumergirá por última vez entre los anillos del planeta y se estrellará, de manera controlada, contra Saturno en un viaje que ya se denominó como “El beso de despedida”.
La maniobra evitará que Cassini termine embistiendo a Titán o Encélado, el sexto satélite más grande de Saturno, en el que en 2014 se descubrió potencial vida microbiana.
Cassini sobrevivió a una sin precedentes peligrosa travesía entre Saturno y sus anillos, compuestos por partículas de hielo. La nave que nos ocupa surcó el cielo 3.100 kilometros por encima de las nubes de Saturno, lográndose la mayor aproximación jamás lograda.