Intiman a 34 mil contribuyentes que no declararon ampliaciones y obras
La Municipalidad salió a buscar a personas físicas o jurídicas que no notificaron casi 5 millones de metros cuadrados construidos.
El gobierno rosarino intimó a 33.833 personas físicas o jurídicas por no haber declarado casi 5 millones de metros cuadrados construidos al municipio, pero sí ante el Servicio de Catastro e Información Territorial (Scit) de la provincia. El número equivale a 223 estadios de fútbol cubiertos y, en todos estos casos, la superficie no declarada supera los 80 metros cuadrados. Pero hay más, el promedio de lo detectado en terrenos supuestamente baldíos como en viviendas es de 187 metros y se observaron irregularidades en seis radios en los que está dividida la ciudad.
El entrecruzamiento de datos que viene realizando la Secretaría de Hacienda y Economía con otros niveles de Estado, en este caso Catastro, seguramente apuntalará la adhesión al régimen de formalización y regularización de inmuebles creado por ordenanza Nº 9.691, dentro de la que se permite a los propietarios de inmuebles blanquear las mejoras realizadas sobre sus predios.
Vale recordar que el régimen que vencía el 31 de marzo pasado se prorrogó hasta el 30 de junio a pedido, fundamentalmente, de los colegios profesionales para este tipo de regularizaciones.
El gobierno local notificó en febrero pasado a los propietarios de los inmuebles que figuran como «baldíos» para el Estado local «cuando la información obtenida de otras bases de datos claramente demuestran que estamos ante «fincas», con construcciones no declaradas ante el municipio. En aquella oportunidad, las notificaciones fueron más de 22.000, por 3.108.118 metros cuadrados no declarados», detalló la subsecretaria de Economía, Margarita Zabalza.
En tanto, la cartera económica rosarina intimó a otras 7.800 personas físicas o jurídicas por no tener declarados 1.875.501 metros cuadrados construidos en sus viviendas pero sí ante el catastro provincial.
Dentro del centro de la ciudad detectaron 2.888 propiedades (entre fincas y supuestos baldíos) con construcciones que, en promedio, tenían 270 metros cuadrados más de superficie cada una de ellas que la declarada ante las arcas locales. Casi 600 mil metros cuadrados en total. Algo similar se detectó en el resto de la ciudad. En los barrios privados se hallaron 127 casos (con más de 80 metros cuadrados no declarados), que en total suman 36.746 metros cuadrados construidos irregularmente.
Afuera de estos operativos quedaron, por el momento, todas aquellas construcciones menores a los 80 metros cuadrados.
Para Zabalza, este régimen «tiene una gran importancia en lo relativo al registro de los datos catastrales, con impacto no sólo en materia tributaria, en particular en la tasa general de inmuebles (TGI), sino también en cuanto a la formulación de políticas para la prestación de servicios y la planificación del territorio urbano, lo cual es prioritario para este gobierno».
Datos genuinos
«Indudablemente, posibilitará al municipio acceder a información fidedigna y genuina de las superficies construidas y los establecimientos productivos en funcionamiento en el ejido municipal», señaló la funcionaria.
El régimen de blanqueo tiene como beneficios la liberación del pago de la TGI por mejoras declaradas, devengadas con anterioridad al régimen, a emitirse a partir de enero de 2017. Además, quienes tramiten el registro de obra, tendrán una reducción de la tasa de revisión de plano e inspección de obra, según metros cuadrados declarados; y liberación de las tasas de actuaciones administrativas.
El trámite se puede realizar con cuit y clave fiscal, o bien presencialmente, con número de cuenta y código de gestión personal en los centros municipales de distrito.
«Muchos inmuebles figuran como baldíos ante la Intendencia,
pero estamos ante verdaderas fincas» (La Capital)