En enero cayó la venta y dudan sobre el despegue económico
La mayor suba prevista en la inflación y por ende, la merma en el consumo –algo que se comenzó a vislumbrarse en enero– amenaza con afectar la recuperación y crecimiento económico proyectado. Según fuentes municipales, la actividad podría crecer este año en la ciudad sólo entre el 1 y 2 por ciento.
Mientras que referentes privados señalan que el escenario es peor y no descartan que la caída continúe. De hecho, datos del mes pasado ya muestran una baja en las ventas en Rosario en relación a igual lapso de 2016.
La semana pasada El Ciudadano dio cuenta de cómo ya comenzaron a modificarse las previsiones en torno de la inflación. El presupuesto nacional de este año proyectó un 17%. Si embargo, estimaciones privadas señalan que cumplir la meta será difícil y que el piso está en el 25%.
Algo similar se da con el posible crecimiento. El gobierno de Mauricio Macri planteó que en 2017 la actividad económica se elevaría un 3,5%. Pero ya hay dudas sobre el alcance de ese guarismo.
Eleonora Scagliotti, titular de la Agencia Municipal de Inversiones, señaló que la facturación promedio del total de las empresas de la ciudad mostró un repunte en noviembre y diciembre. A pesar del cambio de tendencia, las perspectivas son cada vez más bajas.
“Creemos que se va dar en el año 2017 lo que prevén algunos sectores a nivel nacional, que el crecimiento será de entre 1 y 2 % en términos reales”, sostuvo la funcionaria.
Parte de ese moderado “optimismo” se funda en el rebote que puede alcanzar la construcción a partir de la obra pública estatal.
Por su parte, Federico Fiscella, analista financiero de Rosental Inversiones, señaló que la semana pasada, tras el anuncio del ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, sobre el fuerte incremento en la energía, casi todas las consultoras económicas nacionales bajaron las proyecciones.
“Muchas tenían previsiones en torno de un crecimiento de entre dos y medio y tres % para este año. Y han pasado a una suba del 1 % sin creación de empleo. En algunos casos hasta mencionan que habrá una mínina caída”, señala el especialista.
Fiscella analizó las variables que determinan la actividad económica. Allí no se encuentran motivos –dijo- para ser optimistas.
“El consumo no levanta y es difícil que lo haga porque cuesta ver que las subas salariales vayan a superar a la inflación. Y la capacidad instalada en las fábricas está en el 70%, por lo que antes de invertir los empresarios aún tienen para utilizar ese 30% ocioso. Lo único que podría mejorar la situación es que se aumente fuerte el gasto público”, explicó.
La ciudad
Ricardo Diab, titular de la Asociación Empresaria de Rosario, también sostuvo que no se espera un panorama demasiado alentador. El dirigente manifestó que de enero de 2016 al mismo mes de este año la facturación cayó un 2,5 % en la ciudad.
“En líneas generales, y como lo preveíamos, las ventas han sido realmente muy bajas, salvo en la semana previa a la celebración de Reyes. Fuera de eso, estuvo todo muy flojo”, expresó.
El dirigente admitió igual que para tener un panorama más claro habrá que esperar a marzo. El inicio de las clases –dijo- será crucial para medir cómo seguirá el consumo.
Los números que muestra Diab van en línea con el último informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, Came, para la que enero fue “un mes irregular”.
“Las expectativas por los Precios Transparentes y la incertidumbre sobre cómo evolucionarían los importes y las cuotas con esa medida, impulsaron la demanda de bienes durables, como electrodomésticos, en los últimos días del mes. Igualmente, la demanda fue menor a la del 2016”, señala el trabajo.
Desde la entidad aseguraron que la menor disponibilidad de efectivo se sintió mucho. “Se lanzaron muchas ofertas, descuentos y liquidaciones para atraer ventas el mes pasado, pero no todos los comercios tuvieron resto financiero para sostener el ritmo de las rebajas”, asegura el relevamiento. De los 21 rubros que componen la canasta minorista sondeados, 20 cayeron y sólo el segmento Farmacias finalizó con un leve alza anual de 0,3%.
Muy abajo
Por su parte, Rodrigo Pastor, presidente de la cámara que nuclea a los empresarios gastronómicos de la ciudad, sostuvo en declaraciones radiales que hubo un notorio bajón en la actividad durante la primera quincena del año.
Los números negativos –dijo– se “atribuyen a la caída del consumo en general que se viene dando”. “En enero tuvimos al menos un 20% abajo con respecto al año pasado”, agregó.
“La gente tampoco tiene expectativas de que las condiciones económicas vayan mejorando y eso es algo que siempre necesitamos en nuestro sector”, concluyó.
Menos pan
Otro sector que no escapa al bajón es el de los panaderos. Desde la entidad que los agrupa en Rosario advirtieron días atrás que el “panorama es muy complicado”. “A la gente cada vez le alcanza menos para comprar y hoy nos encontramos con un 30% menos de consumo en nuestros negocios”, dijo Gerardo Di Cosco, el titular de la cámara local.