Insisten por solución integral para la Justicia rosarina
El 2016 terminó con el colapso del fuero laboral sin solución de fondo.
Si bien el gobierno provincial prometió la creación de tres nuevos juzgados, desde Tribunales estimaron que si bien es una buena noticia no deja de ser un paliativo. “Lo que hay que buscar es consenso en los operadores y generar un nuevo sistema”, sostuvo Eduardo Pastorino, presidente de la Cámara Penal, quien brindó algunos datos que expresan la crisis del fuero: más de 21 mil causas laborales ingresan por año. Se acumulan a los expedientes en trámite, por lo que se estima que un Juzgado atiende unas 10 mil causas. La mitad de las demandas que ingresaron en 2015 y 2016 son por enfermedades o accidentes laborales. Y el cúmulo de trabajo implica que una audiencia de trámite –más conocida como la del artículo 51 del Código Procesal Laboral– tarde entre 8 meses y un año en fijarse.
El vaso medio lleno se focaliza en el intento, desde el Colegio de Magistrados de iniciar un camino de consenso con los otros actores del fuero para modificar el sistema. Buscan una solución integral y trabajan contra reloj para tener una propuesta superadora. Una de las novedades con las que cerró el año el fuero fue la creación de una oficina de consultas para los jueces a cargo de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo. El objetivo de la misma es paliar las dudas técnicas de los magistrados en temas médicos. Empezó a funcionar a mediados de diciembre y los jueces ya mandaron 20 casos para consulta, aunque aclararon que no es vinculante para el juez, sino que es “una opinión técnica”.
Tras la histórica manifestación que se realizó en las escalinatas de Tribunales provinciales a fines de noviembre pasado, donde abogados, funcionarios y empleados se agruparon para visibilizar la problemática del fuero laboral que viene creciendo desde 2010, el año cerró sin mayores novedades y con una cuenta pendiente para este 2017.
En 2015 ingresaron 21.485 expedientes a los 10 juzgados laborales de Rosario, número que casi se repitió en 2016. Al 16 de diciembre, el fuero contaba con 21.068 causas nuevas. De éstas últimas, 12.173 son por enfermedades o accidentes laborales, un tema candente que tiene en proyecto una reforma a la ley que trae voces a favor y en contra.
A modo de ejemplo y sin conocer la repercusión que en la práctica traerá la normativa, varios abogados laboralistas prefirieron no arriesgarse e ingresar los casos con los que cuentan antes de la reforma. Según refirió una fuente judicial, los letrados llegaron en 2016 a las mesas de entradas con 30 o 40 expedientes de esta índole para su ingreso.
El número
En Rosario son 10 los juzgados laborales que existen.El último se creó hace algún tiempo pero ya tiene un caudal de trabajo similar a los otros. Actualmente, Pastorino estimó que cada juzgado de primera instancia maneja unos 10 mil expedientes en trámite.
El funcionario destacó que este caudal de trabajo llevó a los jueces, secretarios y empleados a su punto máximo de rendimiento. Sostuvo que la posibilidad de crear tres nuevos juzgados es un paliativo, pero la solución tiene que ser de fondo. Un juez debe tomar entre 8 y 10 audiencias por día más testimoniales, despachos del día y dictar sentencia. A lo que agregó que a pesar de ello, los jueces dictan entre 25 y 30 sentencias en casos de controversia por mes.
El vocal refirió que los tiempos se alargan. Un juicio en primera instancia puede tardar entre dos años y medio y tres, refirió. Uno de los puntos en cuanto a los tiempos es la naturaleza de la prueba que tenga el caso. En el cobro de pesos, la prueba madre son los testigos y en los juicios de enfermedades o accidentes laborales es la pericia médica. Y explicó que el nombramiento de un perito actualmente puede demorar entre 3 o 4 meses hasta la aceptación del cargo y a ello hay que sumarle lo que tarde la pericia, detalló.
“Acá creo que hay que modificar el sistema. Hay que llamar a todos los operadores, Colegio de Magistrados, Colegio de Abogados, Ministerio de Justicia y demás y buscar un sistema nuevo que traiga una solución integral”, sostuvo. Refirió que hay muchas ideas dando vueltas, pero entendió que el norte es el juez en las audiencias ya que según sostuvo, actualmente es imposible.
“Nuestro sistema procesal está hecho al revés para que el juez tenga una participación permanente en la audiencia, que conozca a las partes. El juez laboral tiene facultades”, argumentó. Además destacó el principio de inmediación –que tiene como fin el contacto directo del juez con las partes y el expediente, lo que tiene estrecho vinculo con la posibilidad de conciliación– “para resolver los conflictos es necesaria la presencia activa del juez, es lo que hoy no puede por una cuestión de tiempo y trabajo” detalló.
Las audiencias
Si bien las audiencias en el trámite laboral pueden ser de diferente índole, la más importante es la del artículo 51 del código. Pastorino refirió que este tipo de audiencias se fijan a 8 meses o un año porque no hay posibilidad material para realizarlas. El funcionario consideró que en este punto el sistema está agotado. Por ello desde el Colegio de Magistrados se llamó a una primera reunión de jueces de primera instancia para buscar soluciones. La intención es abrir la mesa de diálogo a otros actores del proceso para intentar un proyecto viable para mediados del próximo año. Y las ideas surgen: crear la figura de los jueces de conciliación, como en Córdoba, es decir que tras la interposición de la demanda y antes que el demandado conteste intentar un acuerdo. O la división funcional de los magistrados, algunos jueces de trámite y otros de sentencia.
Pastorino aclaró que también hay que tener en cuenta la posibilidad de recursos que se puede destinar a esta transformación porque de nada vale una reforma fabulosa si no hay recursos. También sostuvo que hay propuestas legislativas para implementar un sistema de conciliación previa a la fase judicial, aunque no mostró su apoyo a este punto; sostuvo que en algunos planteos hay margen para flexibilizar pero en otros no, como los accidentes o enfermedades laborales.
Una vuelta al sistema y la efectivización del contacto directo del juez con las partes sumada a la posibilidad de conciliar en la audiencia del artículo 51 abre una posibilidad importante para descomprimir el fuero.
Pastorino sostuvo que no es una locura pensar en un treinta por ciento de conciliaciones en esta audiencia donde el juez toma el primer contacto con las partes y sus planteos. Y si a ello se suman las conciliaciones espontáneas y el dictado de las sentencias en casos donde hay controversia, el número de expedientes se reduciría, subrayó el presidente de la Cámara Penal.
Accidentes laborales y la creación de una oficina técnica
Pastorino detalló que otro de los inconvenientes que enfrentan los jueces son las dudas de los funcionarios ante planteos vinculados a cuestiones médicas. Es así que la presidencia de la Cámara Laboral realizó gestiones y a mediados de año la Corte Suprema de Justicia de la provincia y la Superintendencia de Riesgo de Trabajo crearon una oficina de reconocimiento médico para ayuda de los jueces. El organismo toma decisiones no vinculantes y comenzó a funcionar a mediados de diciembre. Es decir que ante una duda, por ejemplo, un planteo de incapacidad laboral, el juez puede pedir una opinión de los médicos o, ante una conciliación, puede solicitar una pericial médica.
El uso de esta herramienta es optativo, insistieron desde la Cámara, y las partes pueden estar presentes a través de su propio perito. Por ahora los médicos vienen de Buenos Aires y si afianza esta dependencia el objetivo es que la oficina se asiente y abarque no sólo Rosario. La zona del cordón industrial como San Lorenzo y Villa Constitución, son polos donde este tipo de planteos laborales es constante, detalló.
(El Ciudadano)