Conflicto por acción antidrogas entre Santa Fe y Corrientes

Allanaban domicilios en Goya con orden judicial y el gobernador correntino lo consideró una intromisión. El gobierno santafesino defendió los operativos

Un procedimiento de policías santafesinos que fueron a la provincia de Corrientes a detener a presuntos narcotraficantes, acusados de abastecer desde Goya a distribuidores de droga en Reconquista, terminó en un escándalo mayúsculo. El propio gobernador correntino, Ricardo Colombi, se trasladó 160 kilómetros hasta el lugar donde se realizaban los allanamientos, enardecido por lo que consideró una intromisión inaceptable en su jurisdicción.
En ese marco, el jefe antinarcóticos de Santa Fe, José Mario Moyano, fue detenido en uno de los domicilios en los que se halló droga con cargos que hasta anoche no terminaron de quedar claros; pero que no habrían emanado del pedido de un juez sino de una orden política.
La excéntrica situación, que confrontó durante siete horas a las autoridades de ambas provincias en un conflicto inédito, se desató a partir de una pesquisa que tiene varios meses en la que interviene el juez federal de Reconquista Aldo Alurralde.
El martes a la madrugada tres hombres fueron sorprendidos en una lancha en el Paraná en la que llevaban unos 40 kilos de marihuana cerca de esa ciudad del norte santafesino. Por escuchas telefónicas supieron que los apresados se habían provisto en varios domicilios de Goya. Así, 40 policías santafesinos de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones (DGPCA), la TOE y la Unidad de Trata de Personas llegaron ayer a esa ciudad correntina con una orden firmada por Alurralde.
Tensión
A las 12 del mediodía el gobernador de Corrientes apareció en la calle Chile al 1000, en Goya, donde allanaban dos casas. «Colombi uestionaba a viva voz que policías santafesinos hubieran levantado a chicos de Corrientes que salían una fiesta para que fueran testigos del procedimiento. Decía que eso era una privación de libertad. El gobernador se dirigió en muy malos términos a todos nosotros. Moyano le explicaba que actuaban con la orden de un juez federal y que los testigos estaban allí por una carga pública. Colombi estaba en cólera y le respondió que lo iba a hacer poner preso», contó Andrea Simón, empleada del área de Prensa del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, que estaba allí trabajando.
Los operativos se hicieron en ocho domicilios de Goya con grupos de irrupción de la TOE. Unos 60 policías correntinos rodearon esas viviendas pero no se les permitió la entrada. Fuentes del gobierno indicaron que se hallaron cuatro kilos de marihuana. Hubo diez detenidos.
Mientras transcurrían las acciones Colombi se comunicó con el ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, a quien increpó a gritos delante de los vecinos.
«El gobernador pidió que dejáramos libres a los testigos. Le contesté que los testigos se irían tras los operativos y que no estaban presos. Dejarlos ir era infundado y habría significado el fracaso del allanamiento. Todavía no puedo entender qué enojó a Colombi», dijo anoche Pullaro a este diario.
En el fragor de la tensión el jefe de la policía santafesina, José Luis Amaya, se trasladó en helicóptero hasta Goya. Enterado de su llegada, Colombi lo invitó a conversar en un hotel.
«Me explicó que se había sentido molesto por considerar que debió haber una comunicación previa. Le dije que no lo compartía, que nuestro personal actuaba con mandato judicial, que muchas veces hay detalles de una causa que yo mismo desconozco y que eso me parece prudente. Le expliqué que mi personal estaba trabajando dentro de la ley y que yo estaba allí porque tenía un oficial superior detenido sin razón aparente», dijo Amaya anoche a este diario.
Amaya dijo que, según le explicaron, a Moyano lo habían denunciado familiares de uno de los testigos por privación ilegítima de la libertad. Algo que al jefe policial santafesino le pareció insensato.
Según dijo Pullaro, a Moyano le indicaron primero que lo detenían por orden de la jueza de Instrucción Nº 6 de Corrientes, Elizabeth Ferreyra. Luego le dijeron que estaba demorado por decisión policial acusado de presunta privación de libertad de dos testigos.
A las 19 de ayer a Moyano le permitieron irse. Se dirigió a un hotel de la capital de Corrientes desde donde retornará hoy.

Absurdo
«Toda la situación es un gran absurdo que no está claro. Ningún juez provincial es competente para actuar sobre la orden de un juez federal que era el motivo por el cual Moyano estaba en Goya. No entendemos la actitud de Colombi, que nos deja perplejos», dijo el secretario de Investigación Criminal de Santa Fe, Rolando Galfrascoli.
¿Por qué trasladar desde Corrientes a los testigos de un operativo que se haría en otra ciudad? «Porque no se puede escoger en Goya a dos vecinos para que señalen a traficantes de Goya y que luego sigan viviendo allí. Como no se puede hacer algo así en un barrio de Santa Fe o Rosario. Eso tuvo una finalidad de resguardo», agregó.
«Por lo que supimos uno de los testigos es hijo de una abogada influyente de la ciudad de Corrientes que avisó que haría un escándalo por que la policía había trasladado a su hijo a Goya», dijo Andrea Simón.
«Todo fue muy ambiguo y extraño, menos lo que fueron a hacer los policías santafesinos. Ellos tenían la orden de un juez y el respaldo de una investigación de más de seis meses. Nuestra posición contra el narcotráfico es conocida y defendemos a los policías que como ayer hacen su trabajo lealmente», dijo Pullaro.
Facultades
«Nuestra intervención estuvo ajustada a derecho, dentro de nuestras facultades. No es el primer allanamiento que se hace. Meses atrás hicimos otro similar en Resistencia (Chaco) con policía de Santa Fe y no hubo ningún inconveniente, mucho menos de parte de autoridades políticas. Es la primera vez que pasa algo así», dijo el juez federal Alurralde a la radio Aire de Santa Fe.
Fuentes de la investigación dijeron a este diario que escuchas en tiempo real —es decir transcriptas mientras se producían los llamados— dejaron saber que los abastecedores de la droga descubierta en la lancha eran distribuidores que compraban la marihuana en Goya y la revendían a quioscos de Reconquista.
«Esto comenzó con una investigación de hace casi un año por parte de la policía de Santa Fe. El trabajo de campo en la zona de la costa y del puerto de Reconquista, sumado a intervenciones y escuchas telefónicas, permitió saber cómo operaban estas personas», explicó el juez federal.
«A pedido de la fiscalía federal —añadió— se libraron órdenes de allanamiento: siete en Reconquista y ocho en Goya. Se puso todo en conocimiento del juez federal de Corrientes, quien entiende en la jurisdicción territorial de Goya, y se realizaron los allanamientos que dieron resultado positivo en muchos casos. Se halló marihuana y cocaína. (La Capital)