Aumentan las denuncias por ruidos contra templos evangélicos
En el Gran Rosario existen unas 800 iglesias de un culto en evidente expansión y los reclamos de vecinos por ruidos molestos aumentaron un 50% en un año. Hay, en promedio, una queja cada tres días que desnuda un vacío legal. Los fieles se reunen en grandes edificios o en casas particulares para celebrar fervientes ceremonias musicales. ¿Qué tienen los evangélicos que hacen tanto ruido en la ciudad?
“Gracias a dios se fueron”. Mónica padeció el año pasado la presencia de una iglesia evangélica al lado de su casa, ubicada en zona sur. No era un templo ni un gran edificio sino que los ritos, que se sucedían martes, sábados y domingos de mañana y noche, tenían lugar en una vivienda familiar lindera a la suya. “Empezamos a ver que llegaba mucha gente y a sentir ruidos fuertísimos aunque cerraba puertas y ventanas. Escuchaba súplicas, gran euforia, gritos de «mamá dios, papá dios», al punto que no podíamos ni hablar entre nosotros o mirar la televisión”, contó.
“Después de semanas de incomodidad fui a hablar con la vecina que me explicó que, como la iglesia no tenía local momentáneamente, realizaban los ritos en su casa. Le comenté nuestros padecimientos y los de otros vecinos y lo tomó a mal. Me dijo que tenían permiso de la Policía para funcionar hasta las 22. Me retiró el saludo pero, afortunadamente, al tiempo se retiraron. No estoy en contra de ninguna religión pero exigimos respeto”, concluyó.
En Rosario hay unas 800 iglesias evangélicas, mayormente concentradas en las zonas periféricas, “cerca de las personas que más sufren y más necesitan”, advirtió Aldo Martín, al frente del Consejo de Pastores Evangélicos de Rosario y el Área Metropolitana y pastor de la iglesia Pueblo Deseado.
Según estableció, entre el 15 y el 20 por ciento de los rosarinos son evangélicos y un diez por ciento asiste regularmente a alguno de los ritos que se celebran en la ciudad. Estas reuniones congregan a nutridos grupos de gente y suelen consistir en alabanzas a dios mediante cantos, al tiempo que el pastor toma la palabra a lo largo de toda la ceremonia. “Son más dinámicas, con un lenguaje más popular, con canciones que brindan el mensaje evangélico”, describió acerca de las celebraciones y reconoció que a veces los ruidos pueden molestar a los vecinos aunque tratan de ser cuidadosos.
Sin embargo, según fuentes de la Municipalidad de Rosario, desde el 1 de enero de 2015 hasta noviembre del mismo año recibieron en la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana unas 50 denuncias de ruidos molestos en templos evangélicos. En tanto, en el mismo período de tiempo pero de este año se detectaron 88 solicitudes, lo que representa un crecimiento en las mismas de más del 50%.
Todavía hay nueve de esas denuncias que siguen en curso y a la que se les va a dar resolución en los próximos días.
Un caso paradigmático: de cumpleaños en la iglesia
A finales de julio de 2016 hubo un caso significativo que, de acuerdo a las fuentes consultadas, puede representar la problemática. Debido al ingreso de una denuncia en el 147, número de atención ciudadana, se convocó a la Guardia Urbana Municipal (GUM) y a la Dirección General de Inspección de Comercio, Industria y Servicios a presentarse junto con personal policial a un local ubicado en Casiano Casas al 1000. Al momento de la inspección se constató que se celebraba un cumpleaños de 15. Al exigir la habilitación correspondiente, los responsables del lugar mostraron un certificado de inscripción en el Registro Nacional de Cultos y argumentaron que la actividad estaba relacionada a sus funciones como templo. Sin embargo, se pidió el cese de la actividad y los ocupantes del templo accedieron y pusieron fin al festejo y con éste las molestias generadas entre los vecinos. (Rosario3)