Ambroce Bierce, los misterios del cráneo de cristal, y las momias gigantes
En la zona rural de Ohio, el 24 de junio de 1842, más precisamente en la población de Meiggs –en una cabaña en Horse Cave Creek-, nació Ambrose Gwinett Bierce. Lo recibe en su seno una familia muy cercana a la pobreza, que por momentos se convertía en indigencia debido a las doce bocas que sus padres tenían que alimentar.
Los progenitores de Ambrose habían elegido, para sus hermanos todos nombres que se iniciaban con la letra “A”: Abigail, Amelia, Ann María, Addison, Aurelius, Augustus, Almeda, Andrew, Albert, Arthur, Aurelia y Adelia.
Puede decirse, sin dudar, que los padres de Ambrose Marcos Aurelius Bierce -campesino de Connecticut- y Laura Sherwood eran dos “personajes” de fe calvinista. Esta última, según los biógrafos de Ambrose Bierce, era una mujer temperamental y dominante encargada de sostener económicamente a la familia.
Marcus no se sentía a gusto con las tareas campestres a las que se dedicaba y optaba por pasar, el mayor tiempo posible en su biblioteca, mientras que su esposa se dedicaba al hogar, difícil de mantener, haciendo que sus hijos la pasaran lo mejor posible.
Ambrose no fue un niño feliz e incluso, algunos críticos literarios afirman que sus relatos en los que los parricidas son los protagonistas esenciales, son una especie de sublimación literaria de su afligida niñez e incluso tenía hacia su familia un odio profundo.
El que sería un periodista y cuentista de renombre logró su primer trabajo en una imprenta donde se editaba un diario pueblerino, marcando tempranamente su afición por su futuro oficio.
Escándalo amoroso
El escritor que nos ocupa, imprevistamente, a los 17 años, se vio forzado a retirarse abruptamente de su trabajo cuando se vio envuelto en un escándalo amoroso con una mujer que tenía más de 70 años, que Ambrose consideraba “culta y bellísima”.
En 1859 Bierce logra ingresar en la Escuela Militar de Kentucky pero su estancia entre la soldadesca termina abruptamente debido a que sufre un accidente.
En 1861, cuando sólo tenía 19 años, se produce un episodio bélico que cambiaría la vida de Ambrose: Se inicia la guerra de secesión y se enrola en el ejército del Norte como voluntario, más precisamente en el IX Regimiento de Infantería de Indiana.
Precisamente, los horrores de las batallas cuerpo a cuerpo y el sufrimiento de la soldadesca fueron, en gran medida, la dolorosa fuente de inspiración de su obra, fundamentalmente cuando luchó en la batalla de Shiloh, donde sufrió al advertir la capacidad humana para masacrar a sus enemigos con mayor eficacia.
En 1864 formó parte de una unidad militar integrada al ejército del general Sherman, en la campaña de Atlanta, debiendo luchar en Rocky Face Ridge, Resaca y Kennesaw Mountain, donde fue herido de gravedad el 27 de junio, recuperándose luego de tres meses, por lo que sus superiores lo mandaron nuevamente al frente, a combatir en la batalla de Franklin, tras lo cual fue ascendido a capitán , rango con el que combatió en Nashville, tras lo cual logró la licencia definitiva cuando ya se transitaba el año 1865.
Tras salir con vida del conflicto, a Bierce se le confió la administración de los bienes abandonados y capturados en Selma (Alabama) y, posteriormente, se casa con Ellen Day y con su esposa viaja a Inglaterra, donde vive por cuatro años perteneciendo a la redacción del Fun, mientras colaboraba en otras publicaciones apoyado en bocetos humorísticos que reunió en tres tomos.
Luego transita por varios empleos, logrando finalmente, ingresar a trabajar como periodista en diarios de San Francisco, -Argonaut y News Letters, época en la que conoce a Mark Twain, con el que se hace amigo.
En esta última publicación no tarda en asumir la dirección, donde consigue convertirse en un reputado cronista ácido y sarcástico, a tal punto que se lo reconoce como “Bitter” Bierce (el amargo Bierce).
Lamentablemente, para él, su éxito profesional se contrapone con su fracaso personal.
En 1871 se desempeña en el Overland Montly, donde publicó su primera novela “The Haunted Valley. Entre 1872 y 1875 vive con su esposa Mary Ellen en Londres donde continuó generando textos breves, los que publicó en revistas en la que logró predicamento por su humor cáustico, irónico y pesimista
De regreso a Estados Unidos –San Francisco-, en 1876 Ambrose Bierce reanudó la colaboración en los periódicos, y, entre otras actividades, se encargó de una sección del Examiner, de W. R. Hearst. En esa etapa era considerado el más célebre escritor de la costa occidental de Estados Unidos.
El año 1887 lo cuenta como articulista del New York Journal, así como en el San Francisco Examiner, los dos periódicos más importantes de cada una de las costas de los Estados Unidos.
Dos años más tarde, luego de 18 años de convivencia, Ambrose Bierce se separa como resultante de violentas divergencias y en ese mismo año, el hijo mayor del matrimonio muere en un duelo.
En 1892 logra que le publiquen “Tales of soldiers and civilians” (Cuentos de soldados y civiles), antología de relatos que significó su consagración literaria definitiva. Dos años más tarde publica “Can such things be?”, libro que cosecha excelentes críticas pero muy pobres ganancias económicas.
En 1896 pasó a las oficinas de Hearst en Washington, y llegó a corresponsal en esta ciudad del American de Nueva York.
En Fábulas fantásticas (1899), Esopo enmendado se destacó por sus críticas sobre la corrupción de los políticos estadounidenses y en el Diccionario del diablo (1906) desarrolla el humor negro que lo hizo famoso; en El clan de los parricidas trata de cuatro asesinatos de progenitores.
Es a partir de 1909 que se dedica a recopilar y corregir sus escritos y un trienio más tarde publica “Colleted Works, esto es 12 tomos que alcanzaron casi un millón de palabras.
Su obra
Bierce tiene en su activo una obra que puede calificarse de monumental, aunque no se la conozca suficientemente. Se destacan sus obras de ficción y sus relatos plenos de fantasía. Los críticos estadounidenses la califican de aguda, llena de humor trágico y plagada de temas violentos que giran en torno de la muerte.
Su literatura ejerció una fuerte influencia en la costa del Pacífico estadounidense, lo que habla de la calidad de sus escritos, teniendo en cuenta que toda la instrucción que recibió se redujo a la lectura de los libros de su padre.
Bierce no sentía gran afición al periodismo, y procuraba mezclar su labor cotidiana escribiendo breves narraciones.
Algunos críticos han definido el estilo de Bierce como seco, funcional y mecánico; otros le reprochan la mitificación literaria. Sin embargo, la mayoría coincide en que sus tramas violentas lo convierten en un escritor fascinante.
Como periodista, atacó con sus artículos los males que veía a su alrededor, desde el fraude económico hasta, como señalamos, la corrupción política, pasando por crónicas periodísticas, ensayos, poesías y obras de ficción, así como 93 cuentos cortos, de los cuáles más de la mitad son considerados fantásticos.
Un creador de obras fantásticas
Ambrose Bierce es considerado como un generador de obras maestras del género fantástico y algunos de sus cuentos fueron adaptados para Alfred Hitchcook Presenta y la Dimensión Desconocida.
El autor de “la llamada de Cthuhu”, era considerada especialmente por Bierce y en su ensayo “El horror sobrenatural en la literatura” Lovecraft le dedica varios párrafos laudatorios. Otros críticos consideran al autor como el generador de una atmósfera definida y siniestramente precisa, aunque “despareja”, según otros escritores.
Estos últimos hablan de relatos “mecánicos” y dañados por un “lenguaje vulgar y artificioso, derivados de modelos periodísticos”. No hacemos mención a la identidad de estos últimos porque entendemos que son malevolentes. Por el contrario, quien esto escribe, reconoce en Ambrose una narrativa que funda su grandeza en su simpleza.
Quien tenga en sus manos “el diccionario del Diablo” se encontrará con una selección de aforismos que creo Bierce a partir de 1861 y en 1906 el autor reeditó la obra en forma ampliada con el nombre con el que se conoce en la actualidad.
Carlos solero, en una crónica sobre la vida de Bierce apunta que “fue señalado como heredero de Edgar Allan Poe, Nathaniel Hawthorne y Heman Melville”,[1]
.
En 1913 se fue a Chiguagua, México, siguiendo a las tropas de Pancho Villa. Su cuerpo nunca fue hallado y su fin permanece en el misterio, aunque se supone que murió en el sitio de Ojinaga en 1914.
Sobre esta cuestión, otras versiones lo relacionan a Bierce –antes de desaparecer-, con Willians Milton, quien había descubierto un cráneo de cristal y estaba en la búsqueda de momias de gigantes.
El lector presumirá que estamos entrando en esta columna en el campo de la ufología. Ello no es así. Vale subrayar que en California, en un sitio funerario del desierto del Valle de la Muerte se hallaron tres cuerpos momificados de más de 2 metros de altura y antes de la búsqueda de Milton, en 1907, en la ciudad de Naun Majol se hallaron otros cuerpos de similares características a los de Califormia, a los que habría que agregar a los detectados en el estado de Arkansas, Estados Unidos, donde los cuerpos tenían 2,23 metros de alto.
.
[1] El Ciudadano, 8 de abril de 2016.