«Cadena Perpetua» por tocar punk: la banda de Villa del Parque cumplió 20 años
Las penas de «20 años» y «Cadena perpetua» son condenas incompatibles. Pero, en términos musicales, encajan perfecto. Para celebrar sus dos décadas de trayectoria, el trío de Villa del Parque decidió partir su discografía en dos y tocar tres álbumes en una fecha y tres en otra. Como para satisfacer a todos los seguidores y dejar limpio el libro de quejas.
Con sólo pispear las remeras de sus fans se puede ver cómo, a lo largo de este tiempo, Cadena supo amalgamar todas las vertientes del punk, desde el californiano (Bad Religion, Pennywise), el español radical (La Polla Records, Ska-P), el hardcore (Dead Kennedys, Black Flag) hasta el más cabezón (Flema, Dos Minutos). En la puerta de Groove merodean principiantes y expertos en la materia, hay sobredosis de tachas y parches, alguna que otra cresta, y un puesto de choripán (¡chori-punk!) rodeado por pichones de Sid Vicious.
Adentro el público canta que Ricky no se murió, que nunca van a ser policías (ni de provincia, ni de Capital) y que el que no salta es un stone. «Que de gente, viejo, ¡feliz año, muchachos!», saluda Hernán Valente (guitarra y voz) o simplemente Vala. Enseguida empiezan a desfilar los temas del primer disco, los más rápidos y furiosos («Milagros y mentiras», «No quiero flores», «Luisito»). Saben bajar un cambio y ponerse románticos -posgrado Buzzcocks- con los tracks de Largas Noches (2000), como «Te quiero mal», «Quise evitarte» y «No quisiera quererte». Hay lugar para covers de manual (The Jam, Ramones, La Polla) y aberraciones varias, como la versión punk del tango «Por una cabeza».
Flashbacks: «Noches de misa», viejísima, al igual que «Somos la basura», con la participación de Gabriel Ríos, baterista original (actual Cazadores). Las novedades llegan por el lado de Plaga, material producido por Juanchi Baleirón que recién acaba de salir del horno («Relaciones peligrosas», «Quema la idea»). Sobre las espaldas de los músicos asoman las tapas de todos discos y un enorme tótem con la leyenda «1990-2010». Lejos de los trajes mods -camisas y corbatas- con que solían presentarse, hoy se muestran como tres «chicos viejos» escupiendo versos de Galeano a toda velocidad. Tags: guerras, capitalismo, violencia, hambre, ignorancia, libertad.
La segunda fecha está concentrada en Buscando Salidas (1997), suerte de Argentinian Idiot contra la Iglesia, los políticos y los militares. Auténtico decálogo de las desgracias nacionales de los ’90. Suenan «Mundo inmundo», «El tirano», «NN un jubilado» y más. Después recalan en los discos siguientes, Malas costumbres y Demasiada intimidad. «El tiempo se pasa volando cuando uno hace lo que le gusta», comenta Eduardo Graziadei (bajo). La gente le canta el feliz cumpleaños al grupo (con globos verdes y negros) y le revolea sus trapos. «Siguen viniendo de Punta Alta, por favor, ¡Es la loma del orto esto!», suelta Vala en un arranque piojoso de lectura de banderas, y se despiden con el cover de «Ellos dicen mierda, nosotros amén», como en sus inicios. Un déjà vu de aquellos. (Rolling Stone)