Masiva movilización de docentes y estudiantes en defensa de la educación pública
Con una nutrida presencia rosarina, gremios universitarios y federaciones estudiantiles de todo el país realizaron ayer una multitudinaria marcha que desbordó el centro de Buenos Aires, hasta la sede del Ministerio de Educación de la Nación, como impactante señal de defensa de la educación pública, en reclamo por una suba en los salarios docentes, y por un mejor presupuesto universitario. La efusiva protesta se desarrolló en el marco de una agitada polémica entre las bases y el ministro de Educación, Esteban Bullrich, quien afirmó que la marcha se basó en «datos falsos», y aseguró que el ingreso irrestricto a las casas de estudios fue «una propuesta demagógica» del kirchnerismo.
Las aseveraciones del ministro Bullrich, que despertaron una gran irritación entre los manifestantes y los principales referentes de la universidad pública, estuvieron relacionadas a la reciente decisión de un juez federal que suspendió la vigencia de dos artículos de la ley de educación superior Nº 27.204, que habían sido modificados en octubre. Aquella reforma establecía la gratuidad de las universidades públicas, y además prohibía los exámenes de ingreso eliminatorios a las casas de estudios. Ahora, el juez Pablo Cayssials anuló la disposición del ingreso irrestricto, con la explicación de que «violaba la autonomía universitaria».
Así, con un recurso de amparo impulsado por la Universidad de la Matanza (Unlam), y con el aval del juez, se suspendieron los artículos 2 y 4, que establecían que el Estado debe «garantizar la igualdad de oportunidades y condiciones en el acceso, la permanencia, la graduación y el egreso», y que «todas las personas que aprueben la educación secundaria, pueden ingresar de manera libre e irrestricta a la universidad».
El ministro Bullrich expresó que ese fallo judicial no lo sorprendió, y advirtió que se trataba de «una propuesta demagógica» del kirchnerismo. «El ingreso irrestricto no se puede poner por ley», sostuvo. De esa manera generó un gran malestar en la comunidad educativa.
La masiva movilización en Buenos Aires comenzó ayer alrededor de las 16.30 en la plaza Houssay y una gran cantidad de manifestantes se trasladó hasta el Ministerio de Educación. Más de 1.500 representantes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), de la Asociación Gremial de Docentes e Investigadores de la UNR (Coad) y de la Federación Universitaria de Rosario (FUR) protagonizaron el aporte local en la protesta.
En este marco de tensión, la secretaria adjunta de Coad, Luciana Seminara, advirtió que en este conflicto está en juego «el sentido de lo público de la universidad». La dirigente remarcó que «la marcha fue un éxito, con una participación impresionante. Hubo una demostración contundente en la calle que no puede ser ignorada. Estas voces deben ser escuchadas».
De esta manera, el centro porteño fue testigo de una enorme movilización, catalogada de histórica, ya que pararon por primera vez en 15 años las cuatro federaciones que agrupan a los docentes de las universidades se unieron en un mismo paro y movilización.
Estuvieron la Conadu vinculada a la CTA de Hugo Yasky; Fedun y UDA de la CGT de Antonio Caló; y la Conadu Histórica.
También concurrieron miles de alumnos, docentes, sindicalistas, y trabajadores no docentes que reclamaron frente al Ministerio de Educación de la Nación. Por la noche, un importante núcleo de manifestantes se dirigieron hacia Plaza de Mayo.
Desde el gobierno nacional, el ministro Bullrich desacreditó la marcha. «Lamentablemente, hay sectores que usan la universidad pública para hacer política partidaria, y buscan inventar una crisis donde no la hay», aseveró.
(La Capital)