Newell’s debe ganar y recibe en el Marcelo Bielsa a un entonado Huracán
Ganar es prioritario. Frase repetida en Newell’s, que incluso tiene una exigencia mayor a esta altura del torneo. La racha sin triunfos no se frena y la Lepra necesita la victoria como el agua. Reencontrarse con los tres puntos frente a Huracán esta tarde en el Coloso es tan urgente para sacarse la mufa como para aguardar con otro optimismo el clásico del fin de semana siguiente. Es que los tres puntos contra el Globo, encumbrado en la tercera posición de la zona 2, significarían un buen estimulo para esperar a Central con otro ánimo.
Ya son siete los partidos que lleva el equipo rojinegro sin triunfos. Que de por sí fue una sola la victoria conseguida, sobre Racing (5-0), y no con Diego Osella. El actual entrenador acumula una derrota, cinco empates y rendimientos que dejaron que desear. Para colmo, la igualdad sin goles con Argentinos en La Paternal la fecha pasada fue el “peor partido” desde que está a cargo del equipo, según lo definió el mismo técnico.
El panorama no es alentador. Son pocas las señales que brinda el equipo en cada partido como para justificar la victoria, aunque en un par de esas presentaciones no estuvo tan lejos, tales los casos de los empates contra Rafaela (1-1) y Aldosivi (1-1), ambos en el Coloso.
La falta de fútbol y agresividad, los problemas en la contención y los groseros errores defensivos son un cúmulo de falencias que lo fueron privando de la victoria. El funcionamiento colectivo es deficitario y la impresión es que es consecuencia del bajo rendimiento individual. Osella es el responsable de armar una estructura que sea mucho más sólida de lo que se ve en la cancha, pero si los futbolistas no responden, todo intento se complica.
El entrenador tampoco encuentra respuesta en los jugadores de mayor trayectoria. Tan es así que para enfrentar a Huracán decidió mandar al banco a Ignacio Scocco para que ingrese Mauricio Tevez. El juvenil estuvo entre las alternativas que pensó Osella para actuar desde el principio con Argentinos en lugar de Lucas Boyé, algo que finalmente no pasó.
Esta modificación parece tratarse más de una insatisfacción con lo que viene realizando Scocco que con lo que puede brindar Tevez, cuyas participaciones ingresando en los segundos tiempos fueron tan poco productivas como las de casi todos sus compañeros.
Maxi Rodríguez salió indemne de los cambios que introdujo en forma masiva el entrenador en los primeros partidos, y en menor medida en los últimos. Se mantiene por lo que vale por jerarquía y trayectoria. Pero los destellos de su fútbol son esporádicos y Newell’s lo necesita en otro nivel. También requiere que Boyé vuelva a ser ese futbolista que estaba entre los más destacados del equipo al principio del torneo. Eso sí, con más puntería y con gol.
Si se menciona a esos tres es por lo que representan en el plantel, aunque no se excluyen de la consideración a los demás, que tienen la misma obligación de mejorar, exceptuando al arquero Luciano Pocrnjic, lo más regular del equipo.
El abastecimiento del ataque rojinegro es otra de las principales deudas y para encontrar una solución Osella eligió a Formica en reemplazo de Mancini. Newell’s no pudo con rivales de menor estirpe que Huracán, por lo que hoy tendrá que dar mucho más para llegar a esa victoria tan esquiva.
(La Capital)