Argentina en el diván
El mundo ya no es lugar seguro. Y Argentina tampoco. No se trata de los barquinazos políticos y de manejo económico que, para solaz y esparcimiento del kirchnerismo devoto, podrían llegar a escorar la imagen de gestión del Presidente Mauricio Macri. Las convulsiones que sacuden a la economía y la política penetran de manera subcutánea en la sociedad, que por estas horas tiene que realizar severos ejercicios espirituales para no dejarse arrastrar por el desánimo más devastador, o el excesivo optimismo voluntarista.
Para ello necesita que los gobernantes y los que administran justicia, afinen su agudeza y estén a la altura de los sacrificios que piden.
El caso de los “papers” de Panamá que sorprendió al Presidente a tres semanas de haber tomado conocimiento, deja en la ciudadanía la amarga sensación de que se actuó, ya no con impericia, sino con cierto aire de soberbia y suficiencia. Y eso también forma parte del “nunca más” declamado por la sociedad.
Finalmente, y al “uso nostro” se intentó modificar la conducta inicial; pero algo seguro quedó lesionado en la confianza entre gobernante y gobernados. Macri no puede darse ningún lujo político. Haber recibido una herencia tan condicionante le estrecha el margen de error. La paciencia de la gente no es infinita. Casi podríamos decir que peligrosamente finita. No alcanzará con ver presos (hay que ver si quedan en esa condición tras los juicios, por ahora son sólo detenidos) a los personeros de la corrupción del gobierno anterior si la economía no mejora, como prometió el gobierno en el famoso segundo semestre.
Santa Fe le pone el pecho al tarifazo nacional
El “tarifazo” energético que, según el gobierno ya termina con el aumento del gas y las “correcciones” en el transporte (que no serán definitivas en tanto y en cuanto el combustible siga aumentando) desvela al gobierno santafesino.
Hace una semana el Gobernador Miguel Lifschitz fue a ver al Ministro de Energía Juan José Aranguren para proponerle una financiación desde la proveedora de energía CAMMESA hacia la EPE, para que a su vez la empresa provincial pudiera bajarla a las industrias en problemas. Al cierre de esta columna el Ministro nacional aún no le había respondido al Gobernador (dicen que lo hará esta semana) quien de todos modos ya impartió precisas instrucciones a la EPE para que a través del Ministerio de la Producción atienda todos los casos de industriales que se acerquen son sus desorbitantes boletas “de luz”, que al día de hoy no son tantos (o no quieren ir a reclamar y prefieren tomar otras medidas, como suspender horas extras al personal, según teorizó el senador por Castellanos Alcidez Calvo).
Desde el Ministerio de la Producción tienen censados casi trescientas industrias denominadas “electro intensivas” que, junto a otras, en caso de literalmente no poder pagar las facturas de la EPE y con los argumentos técnicos del caso, se les ofrecerá un plan de pago de entre 6 y 8 cuotas para paliar la diferencia tarifaria.
Los senadores peronistas quieren que la EPE retrotraiga los valores a enero último (antes del aumento de CAMMESA de entre el 700 % y el 1000 % en el costo del megawats , sea para la industria o los residenciales, tras la quita de subsidios) cosa que la EPE no está en condiciones de hacer porque, dicen, ello comprometería el plan de obras para este año presupuestado en casi 800 millones de pesos.
El peronismo senatorial, a través del contador rafaelino Alcides Calvo, también propuso que el gobierno exima del pago de Ingresos Brutos a la EPE para que ése beneficio sea trasladado a los usuarios. El Vicepresidente de la Empresa Fabián Bastía señaló que todas las sugerencias serían estudiadas, pero sin que ello resienta la calidad del servicio que se está brindando, toda vez que desde hace dos años la empresa no aumentaba el VAD (Valor Agregado de Distribución, que en diciembre último tuvo una corrección del 26 %); posición avalada duramente desde lo político por el senador radical Felipe Michlig y el Vice Gobernador Carlos Fascendini, quienes hicieron notar que “no hay que perder de vista que acá nos estamos rebanando los sesos para resolver un problema que lo causó la Nación con su tarifazo feroz”.
El senador socialista rosarino Miguel Cappiello fue más allá, y pidió que los legisladores nacionales por Santa Fe reclamen por el tema IVA, que según la categorización para algunos industriales llega al 40 %. El componente impositivo (nacional, provincial y municipal) de la boleta de la luz asciende al 44%, explicó el presidente de la EPE Raúl Stival.
El Ministro de la Producción Luis Contigiani nos adelantó que el Ministro de Desarrollo Productivo Francisco Cabrera les informó a los ministros provinciales que para amortiguar el impacto de los aumentos en parte del sector productivo el gobierno estudia eliminar cargos fijos y otros rubros que hacen a la estructura de costos de la energía.
De todos modos, el Gobernador Lifschitz ya había ordenado disponer de una partida especial para atender los casos particulares del sector empresario. Los sociales ya vienen siendo atendidos por la Nación con tarifas diferenciales.
El peronismo no opina sobre el jefe de policía.
El peronismo integrante de la Comisión de Acuerdos de la Legislatura decidió no involucrarse en el pedido de opinión sobre los propuestos jefe y subjefe de policía de la Provincia Luis Bruschi y José Amaya arguyendo razones técnicas: “no tenemos competencia constitucional ni reglamentaria para intervenir en un proceso como este”, argumentó el diputado del FPV Leandro Busatto, quien además se adentró en lo político para enrostrarle al gobierno que “nos quieren hacer co-responsables de la designación del Jefe de Policía”.
El senador Raúl Gramajo, presidente de la Comisión de Acuerdos trató de tener una actitud salomónica, proponiendo que los antecedentes de los postulados sean recibidos y girados a los presidentes de bloques de diputados y senadores para que voluntariamente opinen. No tuvo eco entre sus compañeros de fila.
Para el Gobernador Lifschitz hubo una “mirada estrecha de los legisladores” (peronistas); mientras que el Diputado Rubén Galassi habló de “descortesía institucional”. El diputado radical Julián Galdeano opinó que “la Legislatura perdió una gran oportunidad de involucrarse en la seguridad”.
Pullaro abrió una explosiva Caja de Pandora.
Fin de la novela. La semana que viene Bruschi y Amaya estarán bajo las estrictas órdenes políticas del Ministro Maximiliano Pullaro quien no solo reconoce que “la corrupción y la pobreza son los principales aliados del narcotráfico”, sino que asume que “esa lucha no se abandona aunque la estemos perdiendo”.
Pullaro en sus espectaculares operativos descubrió la punta de una compleja y explosiva – valga el adjetivo dentro del marco político institucional – madeja que es un verdadero escándalo. Fue cuando en Rosario se encontró en un allanamiento con dos misiles y municiones pertenecientes a la fábrica militar de Fray Luis Beltrán.
Posteriores allanamientos de Gendarmería (que desnudan el trabajo mancomunado entre Nación y Provincia) en la fábrica destaparon la olla: encontraron un arsenal sin declarar luego de que el Ministerio de Defensa denunciara el faltante de millones de municiones de Fabricaciones Militares (FM).
Los investigadores secuestraron documentación que probaría cómo sería el circuito diseñado para desviar parte de la producción de cartuchos, balas, municiones, morteros, espoletas activas, pólvora hacia el mercado ilegal; sin contar libros del Renar algunos de los cuales estaban sobrescritos sin salvar, y otros que estaban duplicados pero en blanco, como así también remitos de la AFIP usados para fines que no estaban autorizados.
El propio ministro de Seguridad Pullaro denunció que muchas armas secuestradas en la provincia tienen el sello de Fabricaciones Militares, como por ejemplo las granadas antitanques que las autoridades encontraron hace unos días en el baúl de un auto en el que viajaban dos jóvenes de 18 y 22 años. Fabricaciones Militares estuvo controlada por La Cámpora desde comienzos de 2011.
Olivera al frente del PJ
Tal como sugeríamos desde hace varias semanas, el ex senador, ex diputado provincial y ex funcionario de los gobiernos de Reviglio y Reutemann Ricardo Olivera, presidirá el peronismo santafesino dentro del marco de una lista de unidad donde confluirán todos los sectores del peronismo. O casi todos, porque el ex titular de la Cámara de Diputados Luis Rubeo decidió no participar de las negociaciones.
El “rossismo (FPV)”, el “perottismo”, los senadores, el “bielsismo” (a través del ex diputado Pablo Dibert y su sector), ¨Mistica Peronista” (Eggimann – Giaccone) y hasta Producción y Trabajo (que aún está el purgatorio por haber apoyado al PRO de Del Sel) formarán parte del colectivo (término progresista acuñado en los últimos tiempos) Partido Justicialista.
El socialismo le marca la cancha sus socios.
Con un contundente posicionamiento ideológico y también como mensaje a aquellos sectores (radicales) que promueven una alianza con el PRO, el congreso del socialismo santafesino reunido el sábado en esta capital aprobó de forma unánime la estrategia de ratificar el rol opositor al actual Gobierno nacional: “no somos ni seremos parte de Cambiemos”, definieron.
El Gobernador Lifschitz acaba de mostrar lo hecho en sus primeros cien días de gobierno. Los mismos que lleva Mauricio Macri como Presidente. Pareciera que ambos ya transcurrieron una eternidad. Pero les quedan 1400 largas y extenuantes jornadas por delante hasta el final de sus mandatos. “Vamos de cien en cien”, proyectó el ingeniero santafesino.