Se profundiza la crisis en 100 % santafesino: Marcela Aeberhard abandonó el bloque
El dirigente político Oscar «Cachi» Martínez parece no aglutinar voluntades como otrora. Sus esperanzas de convertirse en el representante del massismo en la provincia de Santa Fe, cada vez se asemejan más al espejismo de un manantial en el desierto.
El diputado nacional por la provincia de Santa Fe, Oscar Ariel «Cachi» Martínez ve lentamente derrumbarse su contrucción política provincial, luego de ser presentada a su par bonaerense Sergio Massa como un sólido armado territorial destinado a convertirse en la expresión regional del Frente Renovador.
Primero fue la humilde performance electoral actuada en octubre del año pasado, muy por debajo de lo esperado, principalmente en las dos grandes urbes provinciales: Santa Fe Capital y Rosario.
Luego, la ida del grupo de jóvenes rosarinos del espacio encabezados por Jonatan Leonardo Altuzarra, disgustados por la inesperada noticia del acuerdo con el ex intendente de Tigre, cuando hasta no hace mucho tiempo atrás, Martínez se decía públicamente parte del proyecto nacional liderado por la primera mandataria Cristina Fernández de Kirchner.
Más adelante, cerró sus puertas la sede local de la Fundación Centro, institución que funcionaba como sitio de operaciones del sector en la esquiva Rosario, marco de contención para el equipo técnico.
Finalmente, tuvo lugar hace días la partida de uno de los mejores cuadros del cachimartinismo, Marcela Aeberhard, planificada conjuntamente con el ex concejal de Santa Fe, Marcelo Ferreyra.»Su desvinculación responde a la necesidad de volver a las bases del peronismo. Es decir, trabajar por una sociedad inclusiva y la recuperación de los derechos para todos los ciudadanos santafesinos. Volver a las bases es volver a las raíces, a la familia, a la recuperación de sus valores, al barrio, a vivir con tranquilidad y sin temores», rezaba el comunicado de prensa enviado por la legisladora a los medios periodísticos.
Aeberhard decidió alejarse del Bloque 100 % Santafesino y pasar al Bloque Unidad Justicialista bajo el lema “Unamos Santa Fe”. En una palabra, se acercó al pankirchnerismo peronista, mayoría en la oposición al Frente Progresista en la Cámara Baja provincial. ¿Qué habrá querido decir con volver a las bases del peronismo? ¿Habrá querido insinuar que Cachi Martínez dejó de ser peronista? No lo sabemos. Si, sabemos que al interior de 100% Santafesino no cayó para nada bien en algunos militantes la idea de sumar esfuerzos al proyecto massista, identificado con el paradigma privatista-neoliberal, histórico tabú de la fuerza popular nacida el 17 de octubre de 1945. Ese salto con garrocha, acabó por definir a algunos indecisos que se inclinaron por abandonar el cachimartinismo.
Resta una vida para la cristalización de armados consistentes en el por demás atomizado peronismo regional con miras al 2015. Algo es claro; «Cachi» Martínez cada vez cuenta con menos en su haber. Una pena para un dirigente político que diez años atrás perfilaba para futuro gobernador de la invencible provincia de Santa Fe.
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