La bajante del Río Paraná está afectando la presión de agua en la región
Desde Aguas Santafesinas SA aseguraron que en el norte de la ciudad ya hay una leve merma en la presión. El bajo nivel del río hace que las bombas puedan aspirar menos líquido. Alta demanda.
El río sigue bajando en el puerto local –anteayer marcó 2,11 metros– y comienza a generar preocupación por la posible afectación de la prestación del servicio de agua potable.
En diálogo con Diario UNO el vocero de Aguas Santafesinas SA., Germán Nessier, dijo que se está pidiendo “un uso solidario y responsable del agua potable porque estamos notando una merma en el rendimiento de las tomas de agua cruda del orden de entre el 5 y el 7 por ciento. A la planta llega ese porcentaje menor y también se disminuye en esos valores la distribución en la red para consumo”.
“Como esta tendencia se agudizó esta semana y la tendencia es que va a seguir en baja, es importante solicitar que haya un uso responsable del servicio, porque sino los sectores más alejados de la planta son los primeros que sienten los inconvenientes con una disminución de la presión”, añadió.
“Como hay problemas en la captación –continuó–, nuestro monitoreo nos está indicando que en el norte ya hay problemas en los niveles de presión. El sistema es una red y todos los que están antes de los usuarios más alejados de la planta, si consumen más hacen que llegue menos agua al final de la red. Si todos tomamos buenas pautas de consumo, evitamos que se resienta el consumo”.
Sin embargo, Nessier llevó tranquilidad al asegurar que para que la ciudad se quede sin agua potable “debería secarse el río”. Al mismo tiempo aclaró: “No queremos generar alarma, pero debemos estar en alerta”.
“Las bombas están a profundidad, pero la bajante disminuye el rendimiento de la capacidad de aspiración. Y esto se percibe mucho más por la época del año en la que estamos, con altas temperaturas y con un elevado consumo. En invierno esta situación sería totalmente distinta”, aseguró.
Luego, explicó que se está trabajando a máxima capacidad tanto en las tomas de agua cruda como en la planta de producción. “Pero como llega menos agua, podemos entregar menos agua”, dijo.
El consumo promedio de la última semana en la ciudad de Santa Fe fue de más de 170 millones de litros diarios. “Es una cifra elevada, aunque es menor a la que teníamos a principios de mes, cuando se entregaban más de 180 millones de litros. Si esta bajante sigue va a haber más restricciones en la capacidad de producción”, explicó Nessier. Por eso es fundamental hacer un uso racional del servicio.
Este problema no sólo afecta a Aguas Santafesinas SA, que tiene tres plantas sobre el Paraná (Reconquista, Santa Fe y Rosario), sino a todas las ciudades de la cuenca del río. Pero la ciudad cuenta con algunas ventajas respecto a otras grandes urbes. En Santa Fe hay dos tomas (sobre el río Colastiné y el Riacho Santa Fe) y es un caso atípico porque todas las ciudades tienen sólo una. “Ambas están funcionando a full. Pero la capacidad de aspiración de las bombas es menor. Hoy trabajan en forma forzada y rinden menos”, aseveró.
Otra de las ventajas es que la planta de la ciudad –a pesar de haber sido pensada a principios del siglo XX– es que tiene una pequeña cisterna para almacenar agua.
“Eso nos permite tener un pequeño pulmón que de hecho se usa cuando hay, por ejemplo, algún problema con la energía eléctrica. Pero en esta época del año ese pulmón nos permite operar por un plazo de tiempo muy corto ya que son 20 millones de litros. Por lo general, las grandes plantas entregan en línea. Lo que captan, lo entregan. Lo que tenemos en Santa Fe no lo tiene ni Rosario, ni Buenos Aires”, ejemplificó. (Uno Santa Fe)