Prisión preventiva para el hombre que hirió a dos jóvenes en La Fluvial
El domingo les disparó tras una discusión en un boliche de ese complejo. El juez le imputó abuso de armas, lesiones y portación ilegal.
Un juez de Primera Instancia determinó la prisión preventiva por el plazo de 45 días para Luciano G., el joven que disparó e hirió a otros dos muchachos a la salida de un boliche en La Fluvial, durante las primeras horas del domingo pasado. Le imputó el delito de abuso de armas, lesiones y portación de arma de fuego, en concurso real en calidad de autor.
El suceso que terminó con dos heridos de bala se desencadenó ese día, cerca de las cuatro de la mañana, en calle Los Inmigrantes y Comandante Navarra, a pocos metros de la estación Fluvial.
Según se señaló ayer en la audiencia imputativa, G. se encontraba en el estacionamiento del boliche bailable ubicado en La Fluvial cuando se produjo un altercado con varias personas que continuó frente al parque a la Bandera.
En medio de ese tumulto, que fue captado por teléfonos celulares y las imágenes se viralizaron por las redes sociales, G. extrajo un arma de fuego y efectuó disparos hacia las víctimas, identificados como Thomas A., de 19 años, y Franco R., de 20.
El primero sufrió lesiones en el abdomen y al segundo en el tórax, y si bien debieron ser hospitalizados, ninguno de los casos revistió gravedad.
Luego del ataque, G. se dio a la fuga en una camioneta Chevrolet gris, pero fue aprehendido por personal policial a pocos metros del lugar. Los efectivos le secuestraron el arma de fuego.
La persona que conducía el vehículo, en tanto, permaneció demorada y recuperó la libertad, ya que no había elementos que lo vincularan a la causa.
Ayer, la fiscal Karina Bartocci le imputó los delitos de abuso de armas, lesiones y portación de arma de fuego, y el juez Juan Carlos Curto aceptó la calificación y le dictó prisión preventiva por el plazo de 45 días.
El sector de La Fluvial, en la costa central de la ciudad, tiene un entorno conflictivo. Más de un rosarino, e inclusive concejalas y ediles de la ciudad, vienen denunciando por ejemplo la extorsión que ejercen los trapitos que se adueñan de los sectores públicos de estacionamiento y tarifan la zona cada noche.
Los antecedentes de hechos violentos, corridas, grescas y balaceras en las inmediaciones de boliches se vienen repitiendo a lo largo de los últimos años.
En junio del año pasado, la concejala de Cambiemos Renata Ghilotti había denunciado que dos cuidacoches la «apretaron» en ese lugar cuando estacionó su vehículo.
Le habían exigido que pagara por anticipado un monto tarifado y como ella se negó, la amenazaron: «Mirá vos el auto, porque le puede pasar algo». La legisladora intentó comunicarse varias veces con la Guardia Urbana Municipal, pero según relató, no tuvo suerte. (La Capital)