El 2017 ya comenzó
Astronómicamente el equinoccio de primavera comenzó el jueves 22 de setiembre a las 11:21 de la mañana (no el miércoles 21 como indica la tradición estacional). Electoralmente el 2017 ya comenzó.
El macrismo decidió que el 28 de mayo se iniciara el año electoral en Santa Fe, cuando ese día proclamó oficialmente en esta capital la mesa provincial de Cambiemos junto a un grupo de radicales bígamos (políticamente hablando ya que comparten Cambiemos junto al FPCyS).
En ese momento Marcos Peña y Rogelio Frigerio, lugartenientes del Presidente Macri fueron claros y precisos: «hay que ganar Santa Fe»; y no sólo en las intermedias legislativas de Octubre del 2017: «hay que recorrer pueblo por pueblo de la Provincia llevando el mensaje del Presidente», arengó el Primer Ministro Peña en aquella destemplada mañana de sábado. Y así fue desde ese momento; hasta el punto tal de que el líder del PDP Gabriel Real brama cuando recuerda que «no invitan a las reuniones de Cambiemos mientras el PRO nos camina las 13 comunas; eso no es leal», nosotros no sacamos los pies del plato del FPCyS, asegura el diputado firmatense.
De todos modos, la visibilidad que está teniendo el PRO santafesino también muestra sobre el escenario las lógicas internas que subsisten en todo Partido político que se precie de tal (salvo que lo dirija Carrió).
El presidente (del PRO) Federico Angelini tiene que soportar estoicamente cómo armadores nacionales bajan a su ciudad Rosario para relanzar de la mano de otros actores (Laspina, Martínez, Agapito Blanco) un centro de estudios técnicos y políticos casi sin participarlo; «esto está bien, vitaliza al Partido y pone a todo el mundo a trabajar abiertamente», aconseja el experimentado diputado Norberto Nicotra, que algo sabe de internas partidarias viniendo del peronismo.
Lamentablemente la vehemencia – casi rayana en la desesperación – del macrismo por ganar Santa Fe dentro de un año, lleva a no pocos comedidos a tensar la cuerda con el paciente Gobernador Lifschitz en un tema desgarrador para la ciudadanía ajena a estos avatares: la inseguridad.
El presidente del radicalismo santafesino Julián Galdeano quiere evitar que el magma que hierve en el interior del volcán radical salga a la superficie: «el año que viene el radicalismo será una pinturita», se entusiasma sin dejar de advertir que «estamos en una peligrosa judicialización de la política», tanto a nivel nacional como provincial, haciendo referencia a la presentación del diputado nacional del PRO Lucas Incicco para que fiscales federales examinen si en el contenido del programa Periodismo Para Todos del domingo de Jorge Lanata del domingo 11 de setiembre pueden encontrar ligazones entre la droga y el poder político y policial. «Todas las denuncias que ya se hicieron fueron desestimado por la justicia», respondió el diputado socialista Rubén Galassi.
Mientras Galdeano se ilusiona con un radicalismo vertebrado – hecho imposible a futuro – el sector NEO arma su vertiente en toda la Provincia, preparándose para las comunales y municipales de junio del año que viene, para adelantarse un casillero al armado PRO-radical Cambiemos que se avecina.
Cambiemos es un calidoscopio de sectores que quieren comenzar a brillar con formas propias. Como el peronista FE de Gerónimo «Momo» Venegas, que bajo la tutela de la diputada provincial Cecira Arcando reunió en esta capital a mas de 200 dirigentes departamentales para entregarles el diploma de armadores territoriales.
Arcando dará pelea partidaria para que FE esté en la expectante grilla de candidatos a diputados nacionales de octubre del 2017, habida cuenta que Elisa Carrió ya pidió el tercer lugar en la lista encabezada por Luciano Laspina para Lucila Lehmann, la representante de su espacio en la Provincia. «Si no juega José Corral nosotros daremos batalla interna», se escuchó decir en otro de los sectores radicales aliados en Cambiemos. El concejal radical rosarino Jorge Boasso, ex compañero de fórmula de Miguel del Sel también quiere mudarse al Congreso, y si no lo invitan, armará lista.
A todo esto, el peronismo bajo la salomónica conducción de Ricardo Olivera trata de arropar a todos los sectores, subsectores y ligas independientes afiliadas para dar batalla el año que viene, reteniendo o ampliando el número de comunas y concejalías; pero sobremanera para la gran batalla de Octubre donde al menos quieren estar en podio.
Omar Perotti es el catalizador natural de aquellas desorientadas expresiones que supieron coquetear, por su carácter peronista, con el otrora candidato Miguel del Sel cuando el PJ era comandado férreamente por el kirchnerismo, imaginando una alianza con el PRO.
Ahora la brújula orienta a esos entusiastas dirigentes y legisladores hacia el Massismo.
El empresario rosarino Eduardo Romagnoli, líder junto al diputado nacional Alejandro Grandinetti del Frente Renovador Santa Fe exhibe partida de nacimiento peronista: «todos nosotros venimos del peronismo», se confiesa el futuro candidato a diputado nacional para atraer hacia el subsector peronista que conduce Sergio Massa a todos los peronistas de buena voluntad, aún aquellos que otrora comulgaban en el altar del kirchnerismo, caso el ex- director regional del Ansés Martín Gainza, hoy transustanciado al massismo.
La sociedad despertó al poder político
Después del cachetazo que significaron las dos marchas ciudadanas en Rosario reclamando mayor seguridad y justicia, el parlamento santafesino se despabiló y en un par de semanas generó una serie de normativas en ese sentido: proteger la vida y bienes de los ciudadanos bajo la consigna de que la seguridad también es un derecho humano.
La semana anterior los diputados aprobaron la creación de 40 nuevos cargos para fiscalías, mientras que este jueves Senadores le dio sanción definitiva a la Ley de decomiso de bienes provenientes de delitos, y media sanción a la modificación del Código Procesal Penal.
El Senado, por tercera vez, entiende que “la seguridad es un derecho humano”, y entonces sobre la base del proyecto de Ley del Poder Ejecutivo corregido, mejorado y aumentado por los senadores (con vasos comunicantes con Diputados) y la participación del fiscal general Julio de Olazábal, otorgaron media sanción a nuevas adecuaciones del Código Procesal Penal que contempla la modificación de casi 50 artículos del Código que básicamente le dan más herramientas e instrucciones precisas a los fiscales para que, al decir del senador radical Lisandro Enrico «eviten la impunidad de los delitos», garantizando, por ejemplo, los derechos a las víctimas, pero sobremanera siendo más rígidos con las prisiones preventivas y las excarcelaciones.
De ponerse en práctica estas nuevas disposiciones, que deberán pasar por un severo tamiz ideológico en Diputados, el Poder Ejecutivo deberá ir pensando en ampliar los lugares de detención transitorias y permanentes en toda la Provincia, sean cárceles o alcaidías.
Enrico propició «revisar la política criminal que se instaló en Argentina», y en ese sentido corrector va el Código Procesal con las modificaciones aprobadas. El senador radical parafraseó párrafos de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos: «toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad», finalizó.
El Gobernador Lifschitz le pidió a su gabinete no ceder la iniciativa política; los embates nacionales no cesarán, por más que estén camuflados de buenas intenciones.
El arribo de las providenciales «fuerzas nacionales» (que tuvieron a su cargo evitar este estado de cosas y no lo hicieron) puede ser un motivo de alivio. O de indeseables fricciones. Macri no las quiere; Bullrich es incontrolable.